El problema digital del Tercer Mundo


Brecha-digitalAl grano: estamos rezagados los del Tercer Mundo en comunicación 2.0. Decir otra cosa sería engañarnos. Y este hecho me quedó muy claro en el II Taller de Redes Sociales y Medios Alternativos que acogió nuevamente el Palacio de Convenciones de La Habana.

Los rezagos son variados. Transitan desde las múltiples brechas digitales, hasta la infraestructura tecnológica y los conocimientos de la sociedad tercermundista que desde hace unos años se apropia de estas tecnologías, aunque a veces los gobernantes las miren con recelo, y hasta les teman.

Tenemos también una derecha organizada, extremadamente poderosa, que cuenta con todas las herramientas a su disposición. La derecha es un solo bloque con un solo mando, y no hablo de la CIA, ni siquiera de Estados Unidos. La derecha es eso y más, y se resume en algo que hace cerca de años definieron en Alemania como el capital. Es ese, y no otro, el guía de las ambiciones de los dueños de este mundo, el que nos quieren arrebatar con dólares, euros, o libras esterlinas mediante.

Otro dato de nuestras desventajas: de los 13 sitios del planeta que ofertan servicios de conexión a Internet (no hablo de compañías, sino de las fuentes físicas de donde se nutre la red de redes), 11 están en Estados Unidos, y los otros dos en Reino Unido y Suecia. Es solo en esta última donde la protección a los datos es más “libre”, por eso tenemos aún Wikileaks, por ejemplo, y aunque no lo puedo asegurar, probablemente el nuevo sitio de Kim Dotcom, Mega, utilice también el nodo sueco. El resto está a merced de los poderosos, de los que predican la libertad de expresión mientras desaparecen hashtags, persiguen blogueros o castigan a los “facebookeros” cuando alguno de los contenidos que se suben a la red no son de su agrado.

Si a eso sumamos que la izquierda todavía hoy trabaja por “islas”, concentrando esfuerzos comunicacionales aislados, aumentamos aun más la desventaja.

Se impone entonces buscar soluciones, de forma urgente.

A mi modo de ver, se debe trabajar en varias direcciones.

Primero la infraestructura. En ella reside la paradoja, por ejemplo, de que del mismo modo en que América Latina crece en conciencia social, ansias de justicia y equidad aumentan los sitios cargados de esta ideología en servidores gringos. Lo mismo sucede con los movimientos progresistas de Europa, o de cualquier parte del mundo. Estamos entonces a merced de que nuestras ideas puedan ser apagadas con un solo clic desde un datacenter en Silicon Valley.

Luego, tenemos la dependencia del software esclavizante promovido desde Microsoft hasta la propia plataforma donde escribo estas líneas. Seguimos, sencillamente, desaprovechando todas las oportunidades que brinda el software libre para desarrollar sistemas operativos seguros, sin puertas traseras que permitan a las agencias de seguridad, o al mismísimo RIOT, conocer y perfilar nuestros patrones de comportamiento.

De otro lado llega además la desventaja ante la proposición de sitios de pura ideología y cero entretenimiento, como si el socialismo fuera solo eso, ideología.

Y no es que yo sea contrario a la predica de la ideología socialista. El problema radica en que los medios de desinformación juegan a idiotizar a las masas con contenidos chatarra, presentados como el “non plus ultra” del periodismo; formatos en celofán que logran millones de impactos en las web hoy. Y si usted no quiere informarse, tiene entonces las Redes Sociales para que pueda hacer lo que desee. Es allí donde hoy pasan horas incontables nuestros jóvenes.

Por eso urge buscar el balance entre lo lúdico y lo necesariamente educativo. La comunicación como proceso de acompañamiento pedagógico en la formación de las construcciones de opinión.

Seguir con la “metatranca” es contribuir al empuje de las masas al modelo que llamo Wall-e: lo único que necesitas es concentrarte en la pantalla, porque lo deseado aparece de forma automática, mientras tu cuerpo y tu mente se entume y marchita como una manzana en verano. Es hora de bajar de esa nave que amenaza con regir nuestros destinos de forma indefinida por el ciberespacio.

4 comentarios en “El problema digital del Tercer Mundo

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  2. Con todo el respeto que merece tu opinion, creo que no has dado una vueltecita por
    Latinoamerica, donde la gram mayoria no tiene para comer, pero tienen un celular con internet, te juro que yo pensaba como tu, pero cuan equivocados estamos amigo mio.

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    • Hola y gracias por comentar. He tenido la suerte de visitar México, Venezuela y El Salvador. Y tiene en parte razón, hay un gran número de ciudadanos que tienen acceso a Internet. Si tienen para comer o no, eso no lo sé, aunque conocemos las características de rezagos en América Latina. Pero mi punto no mira el nivel de acceso, sino el nivel de dependencia tecnológica que tenemos en este lado del mundo. Sencillamente, si a alguien le da la gana en los nodos donde se provee el servicio de Internet, simplemente nos quita el acceso. Porque la compañía por la que usted accede paga también por acceder, no es «dueña» de la conexión, los dueños son otros grandes monopolios asentados donde dije en mi post. Entonces, lo que debe pensar el Tercer Mundo, lo que debe hacer el tercer mundo, es garantizar esa independencia tecnológica. No una Internet paralela, sino con soberanía propia. En ese estimado, estamos al menos, con 30 años de retraso, aunque usted tenga hoy en sus manos un Ipad 3 con display RETINA. Saludos reiterados.

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