¿Cállate?

Foto: exoskeletoncabaret en Flickr

«¡¡¡¡Cállateeeeee!!!!», gritó aquella voz, fuerte, de un trimbre medio. «Verdad que la gente cada día pierde más la educación», pensé mientras tendía la ropa en el balcón de mi apartamento.

«¡¡¡¡Cállateeeeee!!!!», volvió a chillar. Sí, es una voz de mujer, definitivamente. Esperemos que no sea una bronca, que hoy es domingo, y los domingos solo sirven para descansar, porque son días donde el tiempo es como el aceite de guagua, muy espeso. Además, las broncas no deberían existir en el calendario. Con vivir en paz basta. Pero los humanos somos tan animales que no podemos vivir en paz. Sí, la guerra es en Afganistán, como relató Leydi, pero somos nosotros, los animales pensantes, los que las causamos.

«¡¡¡¡Cállateeeeee!!!!». Ufff, esto sí que no tiene para cuando parar. ¿Estará loca? Ya son tres gritos y nadie responde. Quizá le gritan en su cabeza. Debe ser terrible escuchar voces en la cabeza. Digo voces externas, porque aquí todo el mundo habla solo. Es necesario hablar solo, ayuda a pensar. ¿O no?

«¡¡¡¡Cállateeeeee!!!!». Y lo hace a intervalos. Seguro que trata de aguantar la voz, y cada vez que no puede más lo manda a callar. Ahí debe venir de nuevo el grito…

Silencio… Menos mal, la loca nueva en el edificio ya se cayó. Me voy a buscar el orégano molido que me prometieron para luego continuar con la edición de JR.

«¡¡¡¡Nállateeeeee!!!!», gritó la voz mientras bajaba la escalera. Sonó cerca. ¿Dijo NÁLLATE? Debe ser mi cabeza que ya rechaza los gritos.

«¡¡¡¡Nállateeeeee!!!!» De nuevo la gritería, pero no estoy loco, ahora lo dijo con ene. Ay mi madre, ¿qué le está pasando a la gente?

«¡¡¡¡Nállateeeeee!!!!», gritó la voz detrás de mi, a menos de un metro. ¿Y en que momento se puso tan rápido detrás de mi? ¿Me volteo? Nada de eso, ¿y si la loca la emprende conmigo?

«¡¡¡Voyyy!!!», respondió una voz chillona, enclaustrada en apenas un metro de estatura, a la sombra del frondoso árbol de la esquina.

«¡Nayade mijo, tú no oyes que te estoy llamando para almorzar!»

¡NAYADE! ¡Se llama Nayade! Definitivamente hoy es domingo.